PARC DE L'AIGUA, SANT QUIRZE DE SAFATJA
Una mañana tranquila, decidimos ir al Parc de l'Aigua, Sant Quirze de Safatja.
Antes de ir al parque damos un pequeño paseo, recorrido agradable que bordea el río Tenes, el camino sale de detrás de la fonda Safatja, pasado el puente sale un sendero de tierra, bastante embarrado ya que días atrás había llovido.
Vamos bordeando el riachuelo, nos encontramos una mesa de piedra tapada por la maleza.
En 10 minutos llegamos a un embalse pequeño, que en época de lluvia nos han dicho que se puede apreciar un pequeño salto, en este caso no había nada.
Justo enfrente del embalse apreciamos una bauma, pequeña cueva oculta por la maleza, intentemos pasar pero había bastante barro. Decidimos dar la vuelta y aprovechar el resto de tiempo en el parque.
Volviendo a la carretera cogemos el Camí del Molí Vell, pasado el centro cívico dejamos el coche.
Un parque tranquilo, junto a un embalse, rodeado de vegetación. Con un agradable olor a césped húmedo, con dos toboganes, columpios, circuitos de ejercicios, porterías de fútbol y una mesa de pin pon.
No es muy grande y tampoco tiene nada que se salga de lo típico de un parque, lo que mas nos gusto fue su tranquilidad, solos en el parque y apenas pasan coches.
Antes de ir al parque damos un pequeño paseo, recorrido agradable que bordea el río Tenes, el camino sale de detrás de la fonda Safatja, pasado el puente sale un sendero de tierra, bastante embarrado ya que días atrás había llovido.
Vamos bordeando el riachuelo, nos encontramos una mesa de piedra tapada por la maleza.
En 10 minutos llegamos a un embalse pequeño, que en época de lluvia nos han dicho que se puede apreciar un pequeño salto, en este caso no había nada.
Justo enfrente del embalse apreciamos una bauma, pequeña cueva oculta por la maleza, intentemos pasar pero había bastante barro. Decidimos dar la vuelta y aprovechar el resto de tiempo en el parque.
Volviendo a la carretera cogemos el Camí del Molí Vell, pasado el centro cívico dejamos el coche.
Un parque tranquilo, junto a un embalse, rodeado de vegetación. Con un agradable olor a césped húmedo, con dos toboganes, columpios, circuitos de ejercicios, porterías de fútbol y una mesa de pin pon.
No es muy grande y tampoco tiene nada que se salga de lo típico de un parque, lo que mas nos gusto fue su tranquilidad, solos en el parque y apenas pasan coches.
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